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La competitividad y el área de producción de la empresa

Por Lic. Gabriel Leandro, MBA
Economista

La "competitividad" es una de las principales preocupaciones de las empresas en la actualidad, y se ha tornado en un aspecto estratégico vital en cualquier organización. Se ha hablado bastante de lo que la competitividad representa, de sus determinantes y sus consecuencias. Muestra de esto son las palabras de José Leñero, quien afirma que "el éxito de una empresa en la era de la globalización no está dado por la productividad, si no por la competitividad que es capaz de alcanzar". El mismo autor destaca que la competitividad constituye "el hecho de que los clientes identifiquen los productos de la empresa entre todos los de sus competidores y ¡los elijan!".

Dado el entorno competitivo que enfrentan las empresas en la actualidad, el área de producción requiere satisfacer las necesidades competitivas de la industria de acuerdo con la estrategia competitiva de la empresa y la situación que ésta enfrente.

* Competitividad

Para Mercado Ramírez la competitividad es "la capacidad para vender un producto en un mercado en el cual existen otros similares, y sostener a dicho cliente en el tiempo". De ese modo la competitividad depende en gran medida de la creatividad, agilidad y actualización del área mercadológica de la empresa, pero esa competitividad también se ve afectada si el producto es de calidad y si satisface las necesidades de los clientes, y si su producción no consume demasiados recursos. Puede notarse en todo esto que se involucran los tres pilares de las estrategias competitivas según Michael Porter. Estas estrategias de competitividad consisten en:

1. Liderazgo de costos.
2. Estrategia de diferenciación.
3. Estrategia de enfoque o segmentación.
En este mismo sentido cabe mencionar que Michael Porter señala cinco fuerzas competitivas indicando que la competitividad no depende únicamente de los simples competidores, si no de lo que denomina "rivalidad amplificada", pues estas cinco fuerzas determinan la intensidad competitiva y de ellas depende la formulación de la estrategia. Estas cinco fuerzas competitivas son:
  • Nuevos ingresos: constituye la amenaza de la entrada al mercado de nuevas empresas. Esta amenaza se ve afectada por distintas barreras, como lo son las economías de escala, necesidad de diferenciar el producto, requisitos de capitales, acceso los canales de distribución, acceso favorable a materias primas, ubicación favorable, tecnología de producto patentado, experiencia (curva de aprendizaje), políticas gubernamentales, etcétera.
  • Amenaza de sustitutos: se refiere a la competencia de productos que pueden desempeñar la misma función, y que cuando éstos mejoran su desempeño y precio afectan a otros sectores industriales.
  • Poder negociador de los compradores: los compradores pueden ejercer presión demandando una calidad superior, más servicios, etcétera, afectando así la competencia entre los distintos productores.
  • Poder negociador de los proveedores: éstos pueden afectar los precios de los insumos y su calidad.
  • Rivalidad entre los actuales competidores: esta da origen de competencia en precios, batallas publicitarias, introducción de nuevos productos, incrementos en el servicio al cliente y garantía, etcétera. Algunos factores que afectan este grado de rivalidad son el número de competidores, crecimiento del sector industrial, volumen de los costos fijos, grado de diferenciación, intereses estratégicos, etcétera.

* La productividad y su relación con la competitividad

La productividad, definida de una manera global, es la relación entre los productos o servicios generados por un sistema y los recursos utilizados para hacerlo. Para Koontz es "la relación productos insumos en un periodo específico con la debida consideración de la calidad". Para algunos la productividad es la base de la competitividad, aunque no es una condición suficiente, si es necesaria para el sostenimiento de la ventaja competitiva a largo plazo.

Desde esta perspectiva la productividad tiene estrecha relación con la calidad, pues para producir un producto de calidad, que sea capaz de satisfacer las necesidades del consumidor la empresa ha debido incurrir en una serie de procesos de control, retrabajos, producir desperdicios, etcétera. El objetivo consiste en alcanzar la calidad total al menor costo posible, de modo que esa calidad total sea sinónimo de productividad total.

La rentabilidad y la productividad, al igual que la competitividad, guardan gran relación, pues las empresas más productivas podrán producir a menores costos, y por lo tanto ser más rentables, a la vez que competitivas.

*La administración de las operaciones y la competitividad

Algunos autores, como Richard Chase, señalan que hace algunos años que el área de producción de las empresas era la Cenicienta de las funciones empresariales, pues no se le consideraba a esta función como fuente de ventaja competitiva, sino que sus actividades se limitaban a la reducción de costos y a mejorar la utilización de la mano de obra. Su función no era considerada desde un punto de vista estratégico. Sin embargo todo esto cambiado, en gran medida por la fuerte competencia de empresas japonesas y otras compañías de clase mundial que establecieron altos puntos de referencia en las áreas de calidad y productividad. De esta forma "las operaciones se convirtieron en el arma competitiva clave requerida para alcanzar el éxito global".

Dentro de este enfoque el área producción de la empresa ha tenido que replantear sus prioridades, para poder competir dentro de los nuevos estándares. Actualmente algunas de las prioridades competitivas más importantes son:

• Calidad de conformidad.
• Confiabilidad del producto.
• Entrega tiempo.
• Precio bajo.
• Calidad del desempeño del producto.
• Rápida introducción de los nuevos productos.
*Hacer frente al reto competitivo

Este nuevo paradigma competitivo plantea todo un reto para cualquier empresa, y aunque el diseño de la estrategia y las acciones específicas depende de las circunstancias particulares, si es posible realizar algunas recomendaciones:

• Dedicar importantes esfuerzos en investigación y desarrollo.
• Revisar las estrategias de modo que incluyen respuestas a la competencia nacional y extranjera.
• Invertir en personas y equipos para mejorar la capacidad de manufactura.
• Eliminar barreras de comunicación en la organización y reconocer la coincidencia de intereses con otras empresas y proveedores.
• Reconocer a la fuerza de trabajo como un recurso básico que debe ser desarrollado.
• Incorporar la calidad en todas las etapas de la producción, inclusive desde el diseño.
• Hacer más énfasis en innovaciones de procesos y no sólo de productos.
• Buscar liderazgo en cuanto a costos, innovación, tecnología, etcétera.
Bibliografía consultada:

- Chase. Aquilano. Jacobs. ADMINISTRACION DE PRODUCCIÓN Y OPERACIONES. Octava edición. McGraw Hill, Bogotá, Colombia, 2000.
- Porter Michael. ESTRATEGIA COMPETITIVA. CECSA, México, 1995.
- Mercado Ramírez, Ernesto. PRODUCTIVIDAD: BASE DE LA COMPETITIVIDAD. LIMUSA, México, 1998.
- Koontz. ADMINISTRACION: UNA PERSPECTIVA GLOBAL: McGraw Hill, México, 1998.
- Leñero José. ORGANIZACIONES INTELIGENTES: Especial Rumbo, 1998.

 

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Ejemplo:

Leandro, Gabriel (2000). El entorno de la organización. Recuperado el 15 de junio de 2004, de http://www.auladeeconomia.com/articulos5.htm

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