EL SISTEMA FINANCIERO
Lección preparada por Lic. Gabriel Leandro, MBA.
En
toda economía existen una serie de agentes que son ahorrantes
y otros, que por el contrario, son deficitarios y por
lo tanto demandan financiación. Esto es lo que da origen
al sistema financiero, pues nace como respuesta a esa
demanda de recursos.
De
ese modo participan en los mercados financieros una
serie de agentes e instituciones, entre los cuales puede
mencionarse como los más importantes a los siguientes:
- Empresas emisoras: son aquellas que emiten títulos con el objeto de financiar
sus actividades.
- Inversionistas: son los agentes que buscan obtener una rentabilidad, además
de seguridad, por sus recursos.
- Intermediarios financieros: son todas aquellas instituciones que actúan
entre los demandantes y oferentes de activos financieros.
Están representadas por bancos, puestos de bolsa,
etc.
- Organismos de control: existen dentro del sistema una serie de organismos
encargados de regular y de velar por el adecuado
funcionamiento de éste.
- La Bolsa de valores: entre sus diversas funciones tiene la de suplir un
lugar adecuado para llevar a cabo las transacciones.
Clasificación de los mercados financieros
Mercado crediticio y mercado de valores | En el mercado crediticio se encuentran básicamente los agentes tales como los bancos comerciales y otros agentes cuya actividad es la de captar recursos para luego brindar créditos. Dentro de la idea de mercado de valores se tienen las transacciones de activos emitidos por empresas o por el Estado, como lo son las acciones, títulos de deuda pública y divisas. |
Mercado monetario y mercado de capitales | El mercado monetario no es más que el mercado de dinero (dinero fiducuario) e incluso dentro de él se incluyen activos financieros de corto plazo. Generalmente los activos cuyo vencimiento es a más de un año (que ya no se consideran de corto plazo), conforman el mercado de capitales. |
Mercado primario y mercado secundario | Comúnmente se considera como mercado primario a aquellos activos de primera mano, es decir, nuevos pues acaban de ser creados, y por lo tanto representan una nueva financiación, mientras que por mercado secundario se entiende al conjunto de transacciones de activos en las que simplemente el activo cambia de poseedor, y por lo tanto no existe esa nueva financiación. |
PARTICIPANTES EN LOS MERCADOS FINANCIEROS
Los inversionistas o inversores tienen ahorros con los cuales pueden adquirir distintos activos, los cuales les generan algún flujo de ingresos. El problema básico consiste en determinar qué activos comprar, es decir, cómo componer su cartera de activos: depósitos bancarios, bonos (del sector público o del sector privado), acciones, obras de arte y antiguedades, oro, divisas, casas, etc. Algunos de estos activos son activos reales y otros activos financieros.
Cada tipo de activo tiene distintas características, y las preferencias de los inversores serán las que determinarán qué activos comprarán y en qué cantidad. Con respecto a los activos financieros se destacan ciertas características, como la liquidez, el rendimiento y la solvencia, entre otras.
Liquidez | Facilidad con la que un activo financiero puede ser transformado en un medio de pago sin pérdida de valor. |
Rendimiento (rentabilidad) | Es el interés que un activo devenga, como compensación a su poseedor. |
Solvencia | Mide el riesgo del poseedor de un activo de no poder transformar su título en medios de pago. |
Rentabilidad
La primera característica que un inversor analiza es la rentabilidad. La tasa básica de rentabilidad de un activo es el ingreso recibido durante el periodo expresado como porcentaje del precio pagado por el activo (aquí se ilustra en términos de los bonos y las acciones):
Lo anterior, en el caso de las acciones, presenta una segunda característica importante de un activo, la cual es el potencial de generar ganancias de capital. Así la rentabilidad total de una empresa comprende el crecimiento de los ingresos y del capital.
Riesgo y rentabilidad
El riesgo es la posibilidad de sufriri pérdidas en un activo. Esta es la tercer característica más importante en la que un inversionista debe fijarse. Los distintos activos tienen distintos niveles de riesgo. Por ejemplo, los depósitos bancarios y los valores emitidos por el Estado son considerados de bajo riesgo. En este sentido, existe una relación directa entre riesgo y rentabilidad, es decir que a mayor riesgo de un activo, mayor es la potencial rentabilidad esperada, pues así compensa al inversor. Una de las principales estrategias para gestionar el riesgo es la diversificación..
Liquidez y tiempo
La cuarta característica importante que un inversor debe tener en consideración es la liquidez, que es la facilidad con que un activo puede ser convertido en efectivo en caso de ser necesario. En este sentido generalmente existe una relación inversa con la rentabilidad, pues conforme sea mayor la liquidez de un activo, menor será su rentabilidad. Cuanto más fácil es para un inversor transformar su inversión en liquidez sin pérdidas no esperadas, mayor será el precio que tendrá que pagar en términos de rentabilidad perdida.
La liquidez y el valor de un activo se ven afectados por el tiempo, siendo el valor temporal la quinta característica más importante que debe estudiarse. Debido a la incertidumbre sobre el futuro, por ejemplo por causa de la inflación, el dinero vale más ahora que dentro de un año. Así, a mayor plazo tendrá que ofrecerse al inversionista un mayor rendimiento, pues no podrá disponer de su dinero por un tiempo más prolongado.
Diversificación de carteras
El conjunto de activos que un inersor posee es conocido como su cartera, y la relación entre riesgo y rentabilidad se puede reducir a través de la combinación con otros activos con diferentes niveles de riesgo y rentabilidad al del resto de activos que ya componen la cartera.
Por ejemplo, un inversionista podría mantener toda su riqueza en una cuenta bancaria, la cual no es rentable pero es muy segura (poco riesgosa). También podría colocar todos sus recursos en acciones, las cuales son más rentables, pero muy riesgosas. Así, tendría la opción de diversificar, combinar acciones y dinero, tal vez en una relación 50%-50% con la cual ya no se ubica en ninguno de los dos casos extremos. Obtiene más rentabilidad que en el primer caso, pero menos riesgo que en el segundo.
Los diferentes perfiles de riesgo y rentabilidad de los activos en una cartera se combinan para obtener su riesgo y rentabilidad potencial global. El principio de la diversificación de carteras requiere que la composición de la cartera sea equilibrada entre acciones, bonos, dinero, y otros activos.
Protección y especulación
Los individuos pueden ser aversos al riesgo, en cuyo caso buscan protección o cobertura. La diversifiación es una versión de una estrategia de cobertura (por ejemplo mantener una activo de bajo riesgo por cada activo de alto riesgo). También existen herramientas como los derivados (futuros y opciones) que facilitan la gestión del riesgo.
Al otro lado del "cobeturista" se encuentra el especulador, que es quien está dispuesto a exponerse al riesgo que quiere evitar el que se cubre. Su objetivo es tomar riesgos. Este comportamiento es beneficioso para los mercados, pues permite un más eficiente manejo y transferencia del riesgo, y proporciona mayor liquidez al mercado.
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